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Resiste Covadonga

En verdad te digo...

6 Julio 2019 , Escrito por EliasBautistaLeónDeSanMarcos Etiquetado en #Biblia, #Cristo, #Cruz, #Fe, #Jesucristo, #Trinidad, #catolicismo, #divinidad, #religión, #teologia

 

Diversas sectas  creen en la desaparición del ama después de la muerte.

Unos que desparece totalmente y queda en "la memoria" de Dios. Otros que queda "dormida", inconsciente en el sepulcro junto al cuerpo o al margen de él.

Como siempre esto se debe a la mala interpretación de pasajes del Antiguo Testamento sacados de su contexto.

Uno de los versículos que se les oponen es aquella promesa que Jesús hace en la Cruz al Buen Ladrón -que por la Tradición sabemos que se llama Dimas- en la cual le dice que ese mismo día estará con Él en el Paraíso; pero, por eso mismo, este versículo es manipulado en sus "biblias". Sin embargo, la exegesis de las Escrituras desmonta su fraude.

 

Primero vamos a ponernos un mínimo de contexto: 


" Y uno de los malhechores que estaban colgados allí le lanzaba insultos, diciendo: ¿No eres tú el Cristo? ¡Sálvate a ti mismo y a nosotros!  Pero el otro le contestó, y reprendiéndole, dijo: ¿Ni siquiera temes tú a Dios a pesar de que estás bajo la misma condena? Y nosotros a la verdad, justamente, porque recibimos lo que merecemos por nuestros hechos; pero éste nada malo ha hecho. Y decía: Jesús, acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. Entonces El le dijo: En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el paraíso. " (Lc. 23, 39 y ss) 

Como vemos, las palabras del "buen ladrón" son, por un lado una respuesta a la falta de fe del otro, el "mal ladrón" -llamado Gestas- que además de no creer firmemente en Jesús como el Cristo, pensaba (como los agnósticos actuales) que "por si acaso", si es que realmente era el Mesías, debía demostrarlo actuando aquí y ahora para salvar su propia vida y de paso las de ellos. 

Esto contrasta con las palabras de Jesús "el que quiera salvar su vida la perderá" (Mateo 10:39,Mateo 16:25,Marcos 8:35,Lucas 9:24,Lucas 17:33). 

Mucha gente cree que Dios está para "conceder deseos" y deseos terrenales además. 

Continuando con la repuesta del "buen ladrón" que demuestra haber entendido el mensaje de Jesús, este viene a hacerle una suerte de defensa, o de testimonio, lo cual Jesús no había tenido durante la parodia de juicio que le hicieron, reconociendo sus propias culpas y a la vez proclamando la inocencia de Jesús. 

¿Como sabía que era inocente? Bien, a continuación vemos que al dirigirse a Él le trata con cierta familiaridad; no le llama 'rabí' como lo hacían muchos de sus seguidores, si no por su nombre, Jesús. 

¿Es posible que estemos ante uno de los muchos que habían escuchado sus numerosas prédicas por toda Galilea? ¿Puede ser que este hombre estuviera bautizado? 

Si nos hubiéramos de atener solo a la información escrita, no podemos saberlo, pero la lógica de lo antes expuesto nos da pie para poder suponer que sí. 

Aún con todo, pensemos que se trata de un judío que aún no había sido bautizado. 

Sus palabras "Jesús, acuérdate de mí cuando vengas en tu reino" nos demuestra por un lado que creía firmemente que Jesús era el Cristo, el Ungido de Dios, Rey y sacerdote Eterno. 

Pero por otro lado nos muestran la creencia hasta que llegó Jesucristo, que hace nuevas todas las cosas (Ap. 21, 15)- que los antiguos judíos tenían sobre el otro  mundo. 

Como incluso muchos de sus seguidores, el "buen ladrón" creía que el Reino de Dios se iba a establecer "aquí en la Tierra". 

Y es precisamente la respuesta de Jesús (si la tomamos de cualquier Biblia que no esté corrupta con comas movidas de su sitio) la que lo cambia todo. 

No va hacer falta que "esperes en el sepulcro", no va a hacer falta que me acuerde de ti "cuando se establezca el Paraíso en la Tierra" NO. 
Esas son enseñanzas falsas que Jesús nunca ha dicho. 

A la enternecedora "esperanza futura" del condenado que ha creído en Él, Jesús pone delante una realidad mucho más consoladora y gloriosa. 

"En verdad, en verdad te digo: HOY estarás conmigo en el Paraíso" 

Cristo, Cruz, Paraíso, Resurrección,
La Crucifixión; Christoph Bockstorfer, 1524 -Catedral de Constanza (Alemania)



Si tuviéramos que defender esta incontestable verdad, se podría señalar que Jesús, que en todo el Evangelio usa un lenguaje muy propio, repitió varias veces esta frase en sus enseñanzas "en verdad, en verdad os digo" (o "de cierto, os digo", etc.) pero jamás, en ninguna uso una formula como "en verdad os digo hoy :..." 

¿Por qué habría de ser esta -y precisamente esta- la única vez que cambiara su forma de hablar? Ilógico. 
Solo alguien interesado en apoyar una doctrina forzada hasta el grado de manipular la Palabra de Dios puede mover la puntuación de sitio para variar una frase que anteriormente ha sido repetida siempre de la misma manera. 

Pero además, con un poco de estudio, podemos saber que ni siquiera los judíos han creído siempre en la trampa del "infierno del sepulcro", de "dormir hasta el Juicio Final" o del "paraíso (futuro) en la Tierra". 

Los judíos distinguían y distinguen muy bien ente el Mundo Actual (Olam ha-zeh) y el Mundo Futuro (Olam ha-bah) el cual, para la mayoría de escuelas rabínicas es el Reino de Dios trascendente el cual viene "después de esta vida". 

Aunque esto fue cambiando con el tiempo y la Revelación, la mayoría de judíos de aquella época NO creían que el Paraíso Futuro fuera "aquí en la Tierra". 

Para nosotros, que no creemos en las antiguas supersticiones cananeas y babilónicas, las palabras de Jesús estan muy claras "HOY estarás conmigo". 

Si además recordamos las palabras de S. Pablo "por mi parte deseo partir y estar con Cristo" entenderemos que, al partir de este mundo NO vamos ya a esperar -ni mucho menos desaparecer- hasta el Día del Juicio (como quizás estaba previsto para los de la Antigua Ley, la ley de la letra y la muerte) si no que será "partir y estar con Cristo" y puesto que somos previamente juzgados de forma personal ("está decretado que los hombres mueran una sola vez, y después de esto, el juicio" Heb. 9, 27) el Juicio Final será para los Pueblos y las Naciones.

S. Pablo, que fue arrebatado al Tercer Cielo el cual identifica como el Paraíso (2 Cor. 2-4) sabía que a parte del Paraíso Terrenal, hay un Paraíso Celestial al cual nosotros también podemos tener acceso.

Aún hay que salvar una oposición más. Un débil argumento que oponen algunos aniquilacionistas:

Si Jesús después de crucificado pasó tres días en el sepulcro ¿como puede ser que dijera "hoy estarás conmigo..."?

Pero esto también es sencillo de responder para quienes sabemos que Jesús también es Dios y junto con El Padre y el Espíritu Santo forman una única Unidad Divina manifestada en Tres Divinas Personas, con lo cual el "buen ladrón" podía estar ese mismo día en el Paraíso junto a Dios sin que tuviera que ser por fuerza Dios Hijo, mientras su cuerpo estaba en el sepulcro y Él se ocupaba de otros asuntos como rescatar a los Santos Patriarcas y Profetas del Seno de Abraham.

"Hoy estarás conmigo en el Paraíso" es tanto como decir "Hoy estarás con Dios (indistintamente de la Persona) en el Paraíso". 


Así, a través del ejemplo de un pobre malhechor arrepentido y creyente, Jesús nos deja bien claro que nuestro Alma (alma unido al Espíritu) perdura después de esta vida y va al Reino de Dios el cual "NO es de este mundo" y donde "carne y sangre" no tiene cabida. Pues nosotros somos el Pueblo de La Palabra de Vida Eterna.

 

 

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